El casi retirado Presidente hizo un plan de "justicia" yaqui, en su sexenio, donde el gobierno federal y estatal como siempre lo han hecho, tal vez en menor cuantía, dispuso de recursos.
Les construyó escuelas, templos, hospitales, canchas deportivas y les repartió dádivas, desde Echeverria, pasando por López Portillo, De la Madrid, Fox, Beltrones, Padrés, etc.
Hoy dicen que invirtieron miles de millones. Mejor se los hubieran dado en las manos y las cosas estarían mejor en lugar de hacer construcciones, galerones, centros con tejabanes, oficinas, un hospital, un canal de concreto de 100 kilómetros, etecé.
Sin embargo para darle fondo a la cuestión yaqui, debe aceptarse que su pueblo es una nación, y que deben darse inter relaciones de respeto y acuerdos, y es por derecho que ellos cobren por su espacio territorial. marítimo y aéreo, por todo lo que cruza por sus posesiones: transportes, permisos comerciales, antenas, carreteras, turismo, y otras cosas, así se acaba el problema.
El gobierno federal debe prohibir que particulares renten sus tierras, a cambio puede haber un empréstito de la banca pública, para que ellos siembren sus tierras, y un convenio de inter-naciones, yaqui-mexicana, para promover su cultura que es tan basta y profunda.
Como consecuencia el territorio yaqui debe desprenders del estado de Sonora en tutela.
En realidad, esto es lo que debería de existir y funcionar, pero desde el porfirismo incluso desde el virreinato, lo que siempre ha buscado el invasor, los impostores, es explotar sus recursos por el sistema capitalista yori.
Desintegrar su nación pues. (Alejandro de la Torre).