En 2019, cuando se llevaba al cabo el Festival Granos de Trigo en Pueblo Yaqui, Paco Ignacio Taibo, que andaba en gira por Sonora, apareció en el lugar donde el evento se llevaba al cabo. Iba acompañado por el presidente municipal de Cajeme y dirigió un mensaje al público que llenaba el recinto.
El director del Fondo de Cultura Económica prometió una librería para Ciudad Obregón y una biblioteca para Pueblo Yaqui. Todos (me incluyo porque estaba presente) le aplaudimos agradecidos y emocionados. Al transcurrir un año de la promesa sin que se hubiera notado el menor signo de que iba a cumplirse el doble proyecto. Llegamos a la conclusión de que el señor Taibo es un mentiroso. Hasta ese mes de noviembre el calificativo se mantuvo firme.
Resulta que don Paco hace unos días firmó con el gobernador Durazo un convenio mediante el cual se propone poner en funcionamiento una librería móvil con epicentro en Ciudad Obregón para beneficiar también a los municipios cercanos. Y como ese convenio hace bastante PROBABLE que se lleve al cabo la mitad del compromiso que se anunció en Pueblo Yaqui, nos vemos en la necesidad de cambiar el calificativo de don Paco por el de “medio mentiroso”.
No está por demás aclarar que el director del FCE no nos regalará nada, porque la librería móvil traerá libros para vender, esperamos que a precios bajos. Viene a hacer negocios a Sonora, un negocio cultural, pero negocio. Cuando funcione lo veremos. Cuando funcione.
PREGUNTA NECIA
Cuando AMLO dio los primeros pasos para eliminar ciertos organismos autónomos, entre ellos el Instituto Nacional de Información Pública y Transparencia, le preguntaron una docena de veces qué iba a pasar con los programas que tiene a su cargo ese organismo, y contestó que desaparecerá el organismo, no sus funciones, pues las asumirá la Secretaría de la Contraloría. Y lo mismo responde la presidenta Sheimbaun pues continúan los periodistas formulando la pregunta.
Conviene recordar que cuando se presionó al gobernador Eduardo Bours para que se creara un organismo similar en el Estado, durante cierto tiempo las funciones se adjudicaron al Tribunal Estatal Electoral. Y no se vino abajo el mundo.
Sería aconsejable que los periodistas pregunten mejor cuánto se ahorrará el gobierno al suprimir los sueldos de los altos funcionarios del Instituto.
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