“Después dijeron: Construyamos una ciudad con una torre que llegue hasta el cielo. Así nos hacemos famosos y nos dispersaremos por todo el mundo…” La torre de Babel. Gen. Cap.11. ver 4.
A “imagen y semejanza” con lo que se narra en el pasaje bíblico: La Torre de Babel, está sucediendo tras la construcción del Lopezobradorismo o Movimiento de Regeneración Nacional (MoReNa). Hagamos memoria de lo que precedió antes de esta era, de la “4Transfiguración Babeliana”.
En la génesis del PRIorato, fue evidente que su lenguaje político al interior de ese partido era por todos sus militantes entendible o, mejor dicho, se alineaban a lo que el diosito en turno les indicaba; se tenía que cumplir lo que el “preciso jerarca” ordenaba (a producto de gallina o sea “a wiwi”, porque el que se movía no salía en la foto).
Los del PRI pensaron lo mismo que los constructores de aquella legendaria torre de la ciudad de Babilonia en el año 2420 a.C., que, alcanzarían el “cielo o de perdida las estrellas” y ahí se eternizarían. Desde aquellos años antes de Cristo, hasta la fundación del PRI en 1929 (PNR, PRM, PRI), pasaron 4349 años para que el entonces hegemónico partido edificara su torre de Babel. Pero al trascurrir el tiempo ¡oh sorpresa! no hubo entendimiento. Su torre se empezó a “cuartear” desde 1986 (cuando “se edificó una pasajera torrecita: con el PRI y el PRD: hoy derrumbada), actualmente se ha estado desmoronando (y el primer cuarto del siglo XXI, se ha estado morenizando).
Al igual que los descendientes de Noé (el de la bíblica historia de la arca – arca, no la barca de Guaymas, esa es otra historia cantada, no chiflada), que construyeron la Torre de Babel, los descendientes del PRI decidieron construir otra Torre, “comandados” por un mesías. Todo marchaba bien, los constructores estaban hablando el mismo idioma, pero cuando iniciaron la construcción de segundo piso de la 4Transfiguración, empezó la confusión del lenguaje, quizás los que llegaron a trabajar para esta nueva Torre Política, “les salió su antiguo lenguaje PRIista que llevan dentro”, o tal vez no repartieron “equitativamente el botín encontrado en una re-cámara en construcción” (léase Cámara de Senadores), o tal vez el político diablo metió su cuchara.
Son muchos los transformadores (“albañiles constructores”. Perdón a este noble oficio en donde se trabaja, chingándole duro), de distintos partidos que conforman esta “nueva industria”, que tal parece, que el promotor de esta moderna Torre de Babel los ha dejado que empiecen agarrarse del chongo. ¿Habrá confusión del lenguaje en la edificación, a penas del segundo piso? O ¿la diversidad de lenguaraces, que trabajan en este proyecto, ya les ganó la ambición del modus vivendi y de sus jugosas concesiones? ¿Extrañan la política de antaño? – política de hace apenas de 6 años atrás, qué poco aguantaron.
Toda esta historia “cíclica” – no bíblica- sale a colación, por la acusación que el actual Senador de la República de México Adán Augusto López, hizo contra el anterior Senador Ricardo Monreal, correligionario ambos de MoReNa (que tal parece que les salió lo PRIista que llevan dentro de su ser). Acusación, por cierto, por un negocio simulado de prestación de servicios (a quién o para quién) que el actual Diputado Monreal hizo contratos por 150 millones de pesos, cuando fue coordinador de la bancada MoReNista. Adán Augusto (el consentido del maestro de obra de esta nueva Torre Mexibabilónica), denunció el hecho ante la Auditoría Superior de la Federación, La Secretaría Anticorrupción y la FGR.
Por supuesto que el “modosito y sumiso” Monreal, negó todos los cargos, como algunos corruptos “neoliberales de años atrás”, que ahora al estar dentro de MoReNa están redimidos de todos los actos de corrupción que el pueblo sabio (que son un importante porcentaje del México actual), les imputaban.
La amnesia selectiva de los políticos ese evidente, actúan con un descaro en sus retóricas repetitivas y se envuelven en la bandera de nuestro México “que herido”, pero no se tiran como aquel mitológico niño héroe, sino para cobijarse con ella o para “envolver la billetiza” que deja ser un “salvador de la patria”, aunque le peguen en la “matria a la Patria”. Pero este sexenio no termina, como diría un conductor de un famoso programa de espectáculos televisivos: “Aun hay más”. “A-mén…digo, Yo”.
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XRaulHectorCamp1