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AMLO heredó el Congreso a dos oportunistas y rivales de Claudia Sheinbaum y ambos compitieron con ella por la candidatura presidencial, se trata por supuesto de Adán Augusto López y Ricardo Monreal.
Así lo expone Jorge Zepeda Patterson en su análisis sobre la crisis propiciada por el enfrentamiento de los dos líderes legislativos de la 4T.
AMLO no podía ignorar que se trata de operadores políticos en busca de su propia agenda, carentes de cualquier ideología, señala JZP en su artículo publicado en Milenio.
AMLO "conocía a Adán Augusto (quien siguió siendo priista en Tabasco durante años en contra del PRD de El Peje) y a Ricardo Monreal, a quien el propio López Obrador acusó de ser un traidor. Ambos acabaron en Morena no por convicción, sino por oportunismo".
Imponer a la Presidenta "el contrapeso de dos marrulleros en el poderoso Poder Legislativo, constituye un misil bajo la línea de flotación", advierte el columnista.
"Los dos coordinadores en las Cámaras están haciendo su juego: acatan las indicaciones de Palacio y las operan a rajatabla entre los legisladores. Es decir, formalmente aceptan el liderazgo de la Presidenta. Pero en todo lo demás, que es mucho, hacen lo necesario para ampliar su poder y su red de incondicionales".
¿Qué hacer?
Para enfrentar la amenaza que representan Adán Augusto y Monreal, JZP propone diseñar una estrategia para asegurar que la responsabilidad recaiga en cuadros con una convicción ideológica congruente.
Concluye destacando que son poco claras las razones por las cuales AMLO empoderó a expriistas. "Hoy son tóxicos. Peor aún, podrían ser mortales para el movimiento si terminan por apoderarse de él o simplemente desprestigiarlo sin remedio. Ha llegado el momento de definiciones".
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https://www.milenio.com/opinion/jorge-zepeda-patterson/pensandolo-bien/monreal-y-adan-augusto-momento-de-definicion
