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Con innegable molestia me enteré ayer de que el gobierno de Venezuela ha declarado personas “non gratas”, término que significa “no los dejaremos entrar a nuestro país, nos caen gordos”, a los ex presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón.
¿Por qué nos hacen eso? Los mexicanos siempre respetamos al presidente Maduro, algunos hasta admiraron sus desplantes nacionalistas. Y ahora nos pagan con que los dos presidentes mexicanos no podrán visitar Venezuela, pasar allá temporadas de holgazanería, entretener venezolanos con su burradas. Les conviene recibirlos porque podrían gastar allá parte de lo que se robaron cuando hicieron como que gobernaban.
La ofensa que nos hacen resultaría pasable si la prohibición se hubiera dictado por un breve periodo, pues aunque con pena, hubiéramos aguardado a que venciera el plazo para que pudieran irse volando de acá hacia allá, pero todo parece indicar que será válida mientras Vicente y Felipe tengan vida.
¿No entienden los venezolanos que dejándolos entrar a su país los mexicanos gozaríamos la dicha de no tenerlos aquí? Por eso protestamos, porque nos obligan a verlos en México.
RENOVAR EL LENGUAJE PERIODÍSTICO
Los periodistas necesitan renovar el lenguaje periodístico que utilizan para lambisconear a los gobernantes. Cuando alaban el presupuesto de cada año dicen que es el mayor que ha tenido Sonora, o Hermosillo o cualquier otro municipio.
Obviamente, cada año será mayor que los anteriores porque cada vez nacen más niños que al llegar a ciudadanos y adquirir la obligación de pagar impuestos más ingresos percibe Hacienda.
Han desgastado el adjetivo “histórico”, palabra que corre el riesgo de relacionarla con “histérico” o “histriónico”. Ciertas obras que se iniciaron para reparar daños en La Sauceda fueron calificadas como “históricas”. Lo mejor de ese rincón lo debemos a la naturaleza, y son varios los gobiernos que, aunque sea con inversiones modestas, han hecho esfuerzos por rehabilitarlo. ¿En dónde está lo histórico?
Hasta hace poco era muy difícil atacar al gobierno, ahora parece más difícil lambisconearlo, al menos en términos lógicos y gramaticales.
carlosomoncada@gmail.com
