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Me emocioné de veras cuando me enteré, el año antepasado, cuando Claudia Scheinbaum no era todavía Presidenta, de que compartía mi posición en cuanto a eliminar la reelección de todos los cargos de elección popular. Como ya había publicado uno o dos artículos con el tema, llegué a pensar que los había leído y que mi texto la había motivado. ¿Por qué no? Todo puede ocurrir en este mundo supercomunicado.
La señora Presidenta no sólo promovió la iniciativa de ley correspondiente, agregó otra para prohibir el nepotismo, eso de que los altos funcionarios se valen de su autoridad para dar chambas oficiales a sus sobrinos, primos, hijos, ahijados, etcétera. Y bien, las dos iniciativas fueron aprobadas pero con una condicionante absurda: que comience a regir dentro de cinco años.
Los senadores, que fueron quienes colocaron piedritas y piedrotas en el camino de ambas iniciativas, vieron razones para aprobarmaolas pero también razones personales para no echar a perder sus planes para reelegirse, por lo que toca a una ley, y por lo que concierne a la otra, no dejar sin chamba a dos o tres de su parentela. Pura conveniencia.
Dentro de cinco años estará entrando un nuevo equipo a nivel del Ejecutivo y habrá nuevos diputados federales y senadores electos, y estará la mesa puesta para que todos se hagan guajes con estas leyes. Estarán dormidas y lo más cómodo será dejarlas que sigan durmiendo. Por ahora perdimos, Claudia, y me temo que perdimos para siempre.
YA TENGO CANDIDATA A LA SUPREMA CORTE
Confío en que estará en lo cierto mi informante: que ya es candidata a ministra de la Suprema Corte de Justicia la doctora Magda Zulema Mosri Gutiérrez, originaria de Ciudad Obregón.
Su currículo es extraordinario tanto por los estudios profesionales que ha realizado como por la importancia de los cargos que ha desempeñado con tino y eficacia en diversos niveles de la justicia. Iré contando a mis lectores sobre su trayectoria para que, en su momento, me acompañen a votar por ella.
carlosomoncada@gmail.com
