|
La felicidad integral y para siempre sólo la alcanza el ser humano en las películas, si acaso, pero la que persigue el inmenso número de hombres y mujeres está formada por momentos cotidianos sencillos, como la facilidad de moverse en la ciudad: ir de compras, asistir con puntualidad al trabajo o a la escuela, y volver a casa sin haber hecho corajes por la calle cerrada por los escombros, el cambio de ruta de los camiones, el mejoramiento interminable de plazas y paseos públicos.
Esto último es el caballito de batalla de las autoridades municipales de cualquier partido. El Jardín Juárez y el Parque Madero, ambos paseos centenarios y algo más que centenarios, son referencias obligadas en la vida de los habitantes de Hermosillo, como lo es la Plaza Lázaro Cárdenas de Ciudad Obregón, y el alcalde en turno se da maña para llevar al cabo reformas, aunque sea inútiles, para que la gente que sufre las molestias se entere de que su presidente municipal está ”trabajando”.
Este día, en Hermosillo, habrá una manifestación relajienta para anunciar, todavía más, el inicio de las Fiestas del Pitic. El infeliz ciudadano que tenga que salir hacia el centro deberá llevar consigo un mapa que le indique las calles cerradas, el cambio de las señales de tránsito y de las rutas del transporte urbano y el horario respectivo.
Las autoridades estatales no se quedan atrás en el afán de explotar sitios idóneos para demostrar que también “trabajan” para la gente: llevan ya más de un año en la remodelación del mercado de Hermosillo y ya programaron que le entrarán a los mercados de otros municipios. Es la hora, señores, de buscar otro sitio para tomar el café con los amigos, a menudo la única fuente de socialización y descanso de los vecinos, y de averiguar dónde venden el menudo con pata que suelen comprar para la familia.
Hay reparaciones que necesariamente deben realizarse, hay que reconocerlo. ¿Pero por qué no estudiar previamente si en verdad son imprescindibles, y sobre todo, llevarlas al cabo con rapidez? Es difícil lograr esto porque el presidente de cada municipio está convencido de que entre más haga desesperar a la gente, más agradecida estará al concluirse la obra.
carlosomoncada@gmail.com
