Cd. de México.- El hogar y la escuela son los principales espacios donde las niñas se vuelven víctimas de maltratos y abusos. Tan sólo en los colegios es común que, para ser sancionadas, sean apartadas del grupo, en donde también pueden ser hostigadas y víctimas de violencia sexual.
Así lo explicó Juan Antonio Vega, asesor de derechos humanos de Visión Mundial México, en el marco de la Semana contra la Violencia Infantil en el Papalote Museo del Niño.
En el hogar, las niñas son obligadas a cumplir la doble o triple jornada --quehaceres domésticos, escuela, cuidado de las y los hermanos o ancianos--, además son vulnerables al abuso sexual por familiares, señaló Vega en entrevista con Cimacnoticias.
Asimismo, apuntó que las niñas que asisten a la escuela en las zonas rurales con frecuencia son víctimas de maltrato por sus maestros y con el consentimiento de familiares, pues les piden que se queden más tiempo en la escuela para realizar algún favor o atención personal.
De acuerdo con testimonios presentados por Visión Mundial de México, las niñas dicen recibir los diferentes tipos de violencia, principalmente, por los hombres adultos, desconocidos, hermanos mayores, los hombres que se drogan, por maestros y tíos.
Ambigüedad jurídica
Visión Mundial señaló que las leyes mexicanas permiten el castigo corporal contra las y los menores de edad, pues a pesar de que el Código Civil no reconoce el derecho al castigo corporal, tampoco lo prohíbe, es un asunto de ambigüedad jurídica.
Por ello, Visión Mundial de México, como parte de la Red por los Derechos de la Infancia en México, impulsan la Iniciativa Global contra el Castigo Corporal en nuestro país, en donde demandan legislar para prohibir el castigo corporal en los ámbitos escolar, familiar, institucional y en el de la justicia juvenil, tanto en el ámbito federal como en los estados.
El especialista en derechos humanos alertó que en nuestro país no hay cifras exactas sobre castigo corporal hacia la niñez, “necesitamos una encuesta nacional para construir una política pública para dimensionar los alcances del problema”.
De la misma manera, señaló Vega que, de acuerdo con estadísticas recientes del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), hay 60 mil denuncias por maltrato, pero sólo diez por ciento son canalizadas al Ministerio Público.
Indicó también que existen cifras negras de casos de maltrato que no se denuncian, por eso, Visión Mundial calcula que existen aproximadamente 200 mil casos de violencia hacia niñas y niños al año.
Asimismo, el especialista en derechos de la infancia alertó que “si los ministerios públicos relegan los casos de violencia hacia las mujeres, imaginen qué pasa con los casos de niñas y niños. Los únicos que se llegan a resolver son los que se presentan en los medios; el tema es la impunidad, no hay un sistema accesible para niñas y niños, el sistema de justicia está colapsado”.
Pendientes
Vega Báez agregó que uno de los grandes pendientes de México es revertir esta situación, para ello se cuentan con los diferentes tratados, como la Convención sobre los Derechos de los Niños de y los Protocolos de la ONU contra la Niñez en Conflictos Armados y Pornografía Infantil. Asimismo, existe una Ley de Protección de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes
En febrero pasado, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), expresó que los países de América, incluyendo a México, deben tomar medidas positivas inmediatas para proscribir el castigo corporal y todo maltrato cruel y degradante en contra de las niñas y los niños, tal como lo han hecho Uruguay, Costa Rica y Venezuela.
Además, en 2007, la Secretaría de Educación Publica, la Secretaría de Salud y el DIF firmaron un acuerdo para generar un programa nacional contra la violencia hacia niñas, niños y adolescentes “y no se han tomado medidas efectivas para erradicar las formas más crueles de disciplina institucional, parental y educativa”, denunció Juan Vega.
Maltrato
Actualmente en México se reconocen diferentes formas de abuso y maltrato hacia las y los menores de edad como: la negligencia, maltrato físico, abandono, maltrato psicológico, abuso sexual, explotación sexual comercial, explotación laboral, matrimonio forzado, maltrato económico; y en los años sesenta sólo se reconocía el abuso sexual, abuso físico y explotación.
El maltrato infantil afecta el desarrollo integral, daño a la autoestima, sentimientos de soledad y tristeza, ansiedad, culpa y favorece el aprendizaje a la violencia contra niñas y niños.
“La violencia constituye una violación a los derechos humanos. Atenta contra la dignidad y la integridad física y emocional de las personas. Está basada en el poder y el control que ejerce alguien sobre otras personas a quienes el poder les es negado”, advirtió Visión Mundial México.