La tasa de embarazo en adolescentes de América Latina y el Caribe no se ha logrado disminuir y es una de las más altas a nivel mundial, sólo por debajo de África Subsahariana, por lo que los Estados deben adoptar medidas urgentes, recomendaron las y los expertos reunidos en Santiago de Chile, en el Seminario Regional avances y acciones clave para la implementación del Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD).
De acuerdo con éstos, a 15 años de la Conferencia, la información, educación y el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva para una toma de decisiones responsable por parte de las y los adolescentes y jóvenes en la región, ha sido insuficiente.
Información de la División de Población del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la Secretaría de las Naciones Unidas (ONU), señala que para 2004, en la región 76 de cada mil mujeres entre 15 y 19 años de edad tuvieron una hija o hijo, cifra sólo superada por África (103 mujeres de cada mil) y bastante más alta que el promedio de otras regiones menos desarrolladas, que llega a 57 mujeres de cada mil.
Para Mari Simonen, Directora Ejecutiva Adjunta del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA por sus siglas en inglés), el embarazo en adolescente es a la vez causa y producto de las desigualdades económicas, étnicas, generacionales y de género.
“La mayoría de las madres adolescentes sufren exclusión social y sus hijos e hijas tienen altas probabilidades de continuar inmersos en la misma dinámica, dificultando la reducción de la pobreza”.
De igual manera, en el documento Maternidad Adolescente en América Latina y el Caribe Tendencias, problemas y desafíos, Jorge Rodríguez, Asistente de Investigación de El Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE), División de Población de la CEPAL y Martín Hopenhayn, Oficial de Asuntos Sociales del mismo organismo, señalan que la maternidad adolescente es un grave problema en América Latina y el Caribe, por cuanto no desciende, presenta un alto porcentaje de casos no deseados, además que involucra mayores riesgos de salud reproductiva que en otras edades mayores.
Coloca a las madres adolescentes en una perspectiva de exclusión social a lo largo de la vida, pues la mayoría son pobres, con poca educación --confinadas en su mayoría a no continuarla-- y madres solteras y sin pareja.
Sumado a ello, agregan los expertos de la CEPAL, “afecta de manera muy negativa los derechos reproductivos y la equidad de género, constituyendo un tipo de problemática de raíces complejas y múltiples, de modo que el criterio para enfrentarlo debe ser transversal e incluir distintos niveles de acción”.
Cifras actualizadas en agosto de 2005 sobre la base de estimaciones y proyecciones vigentes en la CEPAL, señalan que la región latinoamericana y del Caribe cuenta con una población de 107 millones de personas entre 10 y 19 años de edad, es decir, que 1 de cada 5 habitantes de la región tienen esa edad.
Las y los especialistas coincidieron que la desigualdad sigue siendo un obstáculo mayor para alcanzar las metas del Plan de Acción de El Cairo así como de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), por lo que es urgente enfrentarla.
Por tanto, concluyen que es un problema que afecta y amenaza el avance en las metas de los ODM, relativas a reducción de la pobreza, expansión de la educación y mejoras en la salud materno-infantil.
Así especialistas de todo el continente y representantes de organismos internacionales entregaron ayer al final Seminario Regional una serie de recomendaciones para lograr la efectiva implementación del Programa de Acción del Cairo, acordado en El Cairo en 1994.
Indicaron que uno de los principales desafíos de América Latina y el Caribe para los próximos años será innovar en las políticas y programas que ayuden a reducir la desigualdad socioeconómica, de género, generacional y étnica.
Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, dijo que el embarazo en adolescentes es sólo uno de los múltiples desafíos que enfrentan las y los jóvenes en América Latina.
Hay 105 millones de jóvenes en la región. “Es indispensable aumentar la inversión en las y los jóvenes, sobre todo en las áreas de salud sexual y reproductiva, educación y empleo”, sugirió.
Además de la desigualdad y la fecundidad adolescente, los expertos advirtieron sobre un tercer desafío: la mortalidad materna. Consideraron inaceptable que aún persista en los países de la región la mortalidad materna por causas prevenibles.
“Necesitamos acción inmediata para salvar la vida de las mujeres”. “La igualdad de género está en la base del logro de la salud materna”, concluyeron en el seminario realizado como iniciativa conjunta de la CEPAL y del UNFPA.
La CIPD se llevó a cabo en El Cairo, Egipto, del 5 al 13 de septiembre de 1994 donde más de 11 mil participantes provenientes de 179 países, agencias y organismos especializados de Naciones Unidas, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales así como medios de comunicación, se reunieron para acordar lineamientos mundiales en torno a las políticas de población.
Una de los ejes principales de la Conferencia fue el Programa de Acción emanado de la Conferencia que por vez primera contenía una definición clara de la salud sexual y reproductiva y de los derechos sexuales y reproductivos y que para los siguientes 20 años especifica un conjunto de metas centradas en proveer educación universal y cuidado a la salud reproductiva que incluya la planeación familiar, así como en reducir la mortalidad materna e infantil.