Si se cansaron, ni lo notaron.
Al ritmo de Los Alegres de la Sierra, ocho estudiantes de la Universidad de Utah, en Estados Unidos, construyen la vivienda de la familia Soto Valenzuela, en la colonia Beltrones.
Por la calle Membrillero y en el número 2702, palada a palada, ladrillo tras ladrillo los jovencitos dan forma a una vivienda más digna para los seis integrantes de la familia.
Con alegría lo mismo las damitas que los muchachos revuelven la mezcla o pasan los ladrillos a quien los está pegando.
O aprovechan un descanso para bailar una que otra “rola” que se escucha en el estéreo de una camioneta en la que transportan el material de construcción.
En esta ocasión llegaron a Cajeme, como cada año, 16 muchachitos invitados por la Fundación de Apoyo Infantil (FAI-Sonora) y se dividieron en dos grupos.
Ocho construyen la vivienda y otros ocho ayudan en la atención de niños de la agrupación “Manos Amigas”, en Esperanza.
Este año vinieron Emily Bott, Byron Paulsen, Stuart Petty, Scotty Larsen, Spencer Larsen, Stefanie
Rasmussen, Jon Grover, Bryce Craven, Kristen Luck, Shanna Taggert, John Wilson, Onalee Bradford Wilson, Sammy Fan, Whitney Larsen y Michelle Mears.
Mediante la organización VIDA, afirman, se dedican a realizar obras de beneficio social en México y esta vez lo hicieron con la construcción de una vivienda de material.
La familia beneficiada fue seleccionada por FAI Sonora, de acuerdo a sus programas de beneficio comunitario.
A partir de esta semana, don Adrián Soto Félix y doña Belén Valenzuela Amparano tendrán un espacio más digno para vivir, aunque ellos tuvieron que ayudar en la construcción.
Junto con ellos, sus pequeños Daniel, de 9 años; Roxana, de 7; Mariana, de 4, y Álvaro, de sólo 11 meses, estarán más guarecidos del frío y el calor.
Y los estudiantes norteamericanos habrán cumplido, un año más, con su tarea de hacer feliz a una familia de escasos recursos de Cajeme.