Cada domingo, mientras la mayoría de la gente descansa, los integrantes del grupo "Solo por Amor" llegan al Hospital del IMSS con figuras de yeso, dibujos en cartoncillo, juegos de pinturas y crayolas que han preparado durante la semana.
Cerca de las 11:00 horas suben con su cargamento al área de Oncología, en el piso dos, donde los esperan cerca de 25 niños enfermos de cáncer.
Cuando llegan recorren los cuartos e invitan a los niños que están en condiciones de levantarse de sus camas para que pasen a la ludoteca a pintar. Algunos pequeños se adelantan y desde antes de las 11 ya han apartado una mesa en el salón de juegos.
A los niños que no se pueden levantar, les llevan hasta sus camas varias opciones de dibujos y figuras de yeso para que elijan cuál ilustrar, además de las pinturas, pinceles, una vaso con agua para que enjuaguen el pincel y una servilleta para que lo sequen.
Por espacio de dos horas, el grupo “Solo por Amor”, integrado por maestras de distintos colegios y jóvenes que han decidido unirse por voluntad propia, dan a esos pequeños un momento de distracción, de comprensión, de empatía, de amor, de amistad.
Y es precisamente la amistad que logran hacer tanto con los niños como con sus padres, los que los lleva a compartir con ellos el miedo, la duda, la confusión y la angustia que genera la presencia del cáncer en el cuerpo de pequeños que apenas comienzan a vivir.
Reciben más de lo que dan
“El ayudar se convierte en un testimonio de amor con nuestros semejantes, donde se recibe mucho más de lo que se da, porque se recibe a cambio el cariño de los niños y la familia. Es una satisfacción que no se compara con nada material en esta vida”, asegura Ana Martín del Campo, quien a inicios del 2012 formó el grupo junto con las maestras Mireya López, Ana Cecilia Muñoz y Griselda López.
Tiempo después se les sumaron otros jóvenes que deseaban compartir la experiencia de ver la forma tan valiente como los pequeños enfrentan una enfermedad de este tipo.
“Domingo a domingo los niños te muestran su gran fortaleza y te enseñan lo importante que es valorar la vida, aprender a disfrutar los pequeños detalles y te impresiona cómo su sonrisa puede alegrarte toda la semana”, menciona Ana Karen Uruchurtu.
La parte más difícil de su actividad, comentan, es cuando se enteran de que un niño perdió la batalla. Y es que en ocasiones logran encariñarse tanto con ellos, que el saber que han fallecido les genera el mismo sentimiento que provoca el perder a un familiar o un buen amigo. Sin embargo, entienden que es parte del servicio y se dicen seguros de tener en el cielo un grupo de ángeles que los cuidan.
“Para mí es una experiencia muy gratificante compartir mi tiempo, dar un poco de entretenimiento a esos pequeños guerreros, tratar de hacerlos sentir que no están solos en esta lucha, iluminar sus caritas con una bella sonrisa. Y al final soy yo la más beneficiada, me siento afortunada pues en cada visita me lleno de la presencia de Dios”, recalca Griselda López.
Inicia campaña “Abriguemos a un niño 2013”
La idea de llevar estos momentos de alegría a los niños del piso dos, se originó luego de que Ana Martín del Campo iniciara cinco años atrás los programas “Las manos que hablan” y “Escucha mis manos”, dirigidos a niños de bajos recursos de albergues, hospicios, comunidades rurales y área de Oncología del IMSS.
Ana se dio cuenta entonces de que la mayor necesidad de distracción y esparcimiento se encontraba en Oncología, por ello decidió avocar los esfuerzos de sus grupos a ese lugar; así nació “Solo por amor”. El nombre, dicen, se deriva de la razón por la que realizan la actividad.
El año pasado, el grupo llevó a cabo la campaña “Abriguemos a un niño”, que consistió en tejer cobijas, gorros y pantuflas para que fueran entregadas a los niños en la temporada de frío.
La respuesta de la comunidad fue tal, que la meta de cobijas (fijada en 150) se supero por más del doble. A través del grupo “Abriguemos a un nino”, en Facebook, se logró difundir la actividad y hacer conciencia en cientos de donadores que además de tela para tejer comenzaron a enviar juguetes, ropa y otros artículos que fueron entregados entre noviembre y diciembre del año pasado.
Aunque ahora radica en Canadá, Ana Martín continúa con su labor y la próxima semana anunciará en aquél país la campaña 2013, con la que busca traer muchas más cobijas, pelucas y demás artículos a los niños hospitalizados en Ciudad Obregón. Al mismo tiempo la campaña iniciará aquí en la localidad.
Martín del Campo informó que para saber más de esta actividad, los interesados pueden pedir unirse en Facebook al grupo “Abriguemos a un nino” o dar “Me gusta” a la cuenta del grupo “Solo por amor” donde se publican las formas de hacer donaciones así como las fotografías de los pequeños sonriendo al momento de recibir los obsequios.
De igual forma aquellas personas que deseen apoyar al grupo con material o regalos para los niños pueden llamar al celular 64 41 91 94 36, con Ana Cecilia Muñoz.
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