BARANDILLA: El hampa no descansa

Canta como Los Apson
Hey!, oiga usted buen señor, por favor dígame que horas son…
Al son de esta melodía de Los Apson, Mario Alberto Valencia Salinas (22) llegó y le pidió la hora a un transeúnte en la calle California y Zaragoza.
Era la 1 de la mañana del domingo y el transeúnte iba medio dormido por lo que cayó ingenuamente y al agacharse a ver su reloj, Mario Alberto diole un golpe en la cara y quitole la cartera para después emprender la huida.
Lo bueno es que no llegó muy lejos pues los agentes de Seguridad Pública lo alcanzaron en California y 6 de Abril donde le hicieron una atenta invitación para subir a la patrulla.
Hoy sigue cantando los temas Los Apson para entretener a sus compañeros de celda.

Abusivo golpea a niño
Rodrigo Vega Ricardo (23) quedó internado en las celdas de Seguridad Pública por golpear a un niño de 3 años de edad, hijo de su pareja, María de los Ángeles Valenzuela.
Ella denunció a Rodrigo de haber golpeado al pequeño con una faja de baqueta, con la que le causó escoriaciones en la oreja derecha, en el rostro, brazo, cuello, espalda y pecho.
El abusivo sujeto deberá pagar su acción con una larga estancia en el Cereso.

Detienen a presunto de robo

Cristian Arce Albirena fue turnado ante las autoridades acusado de robo en perjuicio de Martín Galindo Serdán, quien ayer en la tarde reportó robo de un autoestéreo.
Los hechos ocurrieron en las calles Sahuaripa y Náinari, lugar por donde pasaba el acusado Cristian cuando vio el estéreo dentro del automóvil propiedad del reportante.
En sus primeras declaraciones Cristina dijo que pensó que el aparato de música no servía y sólo quería hacerle los arreglos correspondientes por eso lo sacó del auto y se lo llevó a su casa para repararlo. De paso se llevó también el automóvil a un taller mecánico de las calles Querétaro y Cajeme, donde fue detenido por agentes de Seguridad Pública.

Robó tanque de gas
A las 01:20 horas del domingo, cuando todo mundo estaba dormido en Plano Oriente, Armando Balaguer caminaba con un tanque de gas de 45 kilos.
Al ver que se acercaba una patrulla de Seguridad Pública, se asustó porque pensó que se trataba de unos vampiros y pegó la carrera, tratando de aprovechar la oscuridad del momento.
Sin embargo los vampiros, perdón… los agentes le dieron alcance y cuando le preguntaron de quién era el tanque, él contestó que se lo había pedido prestado a la señora Alicia García.
Luego aclaró que lo tomó prestado pero no le dijo a doña Licha porque estaba dormida y le daba pena despertarla.
A pesar de sus explicaciones, los agentes optaron por llevarlo ante el juez calificador quien dictó sentencia: Vas pa’dentro.