BARANDILLA: Galería de malandrines
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Martes 27 de Marzo de 2007
¡Qué desperdicio!
Agentes de Seguridad Pública notificaron el descubrimiento de un paquete de marihuana, de aproximadamente cinco kilos, tirado en la calle Kino entre 200 y 300.
El producto, que puede usarse en el tratamiento de reumas y otros problemas de salud, o como fuente de mística inspiración para pintores, escritores y vagos, fue descubierto por un trabajador del Distrito de Riego del Río Yaqui temprano en la mañana cuando más se antoja… trabajar.
La maléfica hierba, como dicen los reporteros chafas, estaba envuelta en bolsas de plástico.
Posteriormente, personal militar del 60 Batallón con asiento en Esperanza, se hizo cargo del paquete tras inspeccionar el lugar del hallazgo.
Más tarde lo regresaron a Seguridad Pública, para que sea la corporación preventiva quien lo turne al Ministerio Público correspondiente.
Presumía en auto ajeno
Carlos Antonio Montaño Piña (31) andaba lurio tirando aceite en una camioneta Mazda modelo 1987. Bajo los efectos del alcohol hacía ojitos a las chicas que caminaban por la calle, pero éstas ni lo pelaban porque ¿a quién pretendía apantallar en un carrito viejo y chocolatoso?
Para su desgracia los únicos que se percataron de él fueron los agentes de Seguridad Pública que lo detuvieron y después de hacerle unas preguntas incómodas se dieron cuenta de que el auto era robado.
Después de poner en juego a todo el equipo de inteligencia en la sección de autos robados, se descubrió que el carro pertenece a Lucina del Carmen Valdez Aguirre, vecina de la calle Francisco Márquez.
De la borrachera que traía, Carlos Antonio llegó manejando a las celdas de Seguridad Pública… pero sin carro.
Detienen al “Teibolero”
A Jorge Cota Parada (22) le dicen el “Teibolero” porque le encanta el ¡tubo, tubo!, pero no en el que bailan las muchachas sino el que se usa en las instalaciones de agua potable y en los tanques de gas.
Su amor por el tubo lo llevó a visitar un hogar de la calle San Gerardo, número 707, a donde llegó sin presentarse para no despertar a la familia. Muy educado el Teibolero.
Pronto quitó el tubo de cobre de un tinaco, salió con él a la calle y para su mala suerte se encontró con una patrulla policiaca de donde le hicieron señas para que se acercara.
Como no lo hizo tuvieron los agentes que correr detrás de él hasta que lo atraparon.
Ahora en las celdas de Seguridad Pública ve con cariño los tubos que lo separan de la libertad.