BARANDILLA: Dudan de su decencia

Defiende su honor
Porque ofendió su decencia y puso en riesgo su imagen pública, Héctor Cota Villegas hirió con un cuchillo a Maricela Escalante.
La ofensa tuvo lugar cuando Héctor llegó a casa de su víctima en calle CTM 547.
Buscaba al hijo de Maricela, de nombre Eleazar (14), a quien trataba de venderle una bicicleta.
La mujer intervino en la operación de compra-venta y opinó que la bicicleta era robada.
-¡Cómo dudan de mí, yo que provengo de las mejores familias de la Aves del Rastrillo! –gritó Héctor y se desmontó de la bicicleta para enseguida montar en cólera contra la mujer que dudaba de su decencia. La atacó con un cuchillo y la amenazó de muerte, a ella y a su hijo.
Vecinos que presenciaron los hechos llamaron a la Policía, que llegó a tiempo (una de cal…) y detuvo al agresor. Por fortuna la herida no pone en peligro la vida de doña Maricela.
Ya en la patrulla, el detenido amenazó con poner una demanda en contra de su víctima por calumnias y daño moral.

Cae roba estéreos
Eran las cuatro de la madrugada, reinaba el silencio en el oscuro fraccionamiento Las Fuentes y la ocasión era propicia para llevar serenata o cometer una fechoría.
Edgardo Arellanes Rivera se decidió por esto último y como andaba bajo la influencia del dios Baco, que él no conoce aunque seguido le rinde homenaje, pues se le hizo muy fácil tomar prestados algunos objetos de tres automóviles estacionados en el sector.
Así lo hizo, forzó las cerraduras y sustrajo estéreos de los automóviles de María Gloria Jaime Urías, Martín Hernández y Román López.
Para su mala suerte fue detectado por uno de ellos quien de inmediato dio aviso a la policía. Al llegar ésta todavía andaba Edgardo por allí así que le dieron una orden terminante:
-¡Acompáñenos¡
-¿En qué tono? –preguntó él.
Pero como el chiste es muy viejo los agentes no se rieron y ya sin consideraciones subieron a Edgardo a la patrulla.
Casi lo dejan sin ropa
Más bichi que una teibolera pudo quedar Noe Álvarez López cuando varios sujetos le robaron alguna ropa que tenía en su casa de Cerralvo 2009, fraccionamiento Las Espigas.
Se llevaron sus pantalones, sus camisas, cuatro televisores, teléfono celular y dos juegos de Nintendo. Todo con valor de 20 mil pesos.
Los amantes de lo ajeno actuaron con total discreción, no forzaron ninguna entrada ni dieron cristalazo, nomás usaron ganzúas para abrir las puertas de la casa.

Detienen a Calderón
José Alberto Calderón Martínez (40) es el nombre del depravado que andaba enseñando sus miserias íntimas a jovencitas del aristocrático barrio El Chorizo, allí donde alguna vez vivieron La Condesa y La Princesa, dos trasvestis emigrados a Tijuana.
Pero volviendo a Calderón, éste fue denunciado por una señora del lugar y detenido por agentes de la policía preventiva.
Cuando era conducido a las celdas de Seguridad Pública, intentó un último ardid para evitar el encierro. Dijo que era familiar de Calderón; eso impresionó a los guardias que se quedaron dudando un momento y cuando le preguntaron a qué Calderón se refería, él tuvo que confesar la verdad:
-Del Chino Calderón, un compa de Culiacán.
Su broma le costó un pellizquito de pulguita por parte de los agentes.

Y la hierba se movía
Nogales, Sonora.- Cuando elementos de la Policía Estatal Investigadora detuvieron a Miguel Manríquez Rodríguez (41, de edad, no de otra cosa), algo raro vieron en la camioneta que éste conducía, una mini Blazar color azul con gris.
El olfato policiaco les decía que algo andaba mal, así que decidieron preguntarle amablemente a Miguel que traía en el auto, y como éste se puso nervioso ante tanta amabilidad, los agentes presintieron que allí había gato encerrado.
Pero no, no era gato, más bien era eso que los reporteros chafas denominan “la maléfica hierba”.
Para encontrarla empezaron a dar golpecitos en varias partes de la carrocería hasta que abrieron la lámina del fondo de la cajuela y allí estaba.
“Una hierba verde seca con características similares a la de la marihuana”, dice el parte policiaco, y uno se pregunta: ¿si nomás se parecía para que la decomisan?
En pocos minutos los pupilos de Abel empezaron a bajar varios paquetes, que en total sumaron 14 con un peso de aproximado de 10 kilogramos, suficientes para hacer felices a cientos de gringos. Pero no, por ahora tendrán que esperar.