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No fue su día
Definitivamente, para Aarón Flores Peñuelas, de 26 años, el domingo no fue su día.
Primero intentó asaltar una empresa gasera pero no pudo y cuando sí logró robar en una tienda Extra, fue detenido por la Policía.
Armado con un cuchillo, el vecino de la colonia Russo Vogel llegó a Rivera Gas, en calles 300 y Donato Guerra, pero el empleado Abraham Obed Mancinas Alcaraz le impidió apoderarse del dinero.
En la tienda de las calles Coahuila y Jacinto López se apoderó de mil 678 pesos, cinco cajetillas de cigarros y dos tarjetas telefónicas, pero justo en ese momento pasaban unos policías, que comenzaron a corretearlo.
Al alcanzarlo le decomisaron la mercancía y el cuchillo con que amenazó a los empleados.
Mal y de malas
A los “machos” de Obregón no les fue nada bien el domingo con sus parejas.
Ricardo Lara Salazar, de 31 años, y vecino de la colonia Severo Girón, en Providencia, golpeó a su esposa con una tabla y a puñetazos.
A eso de las 22:00 horas del domingo, el sujeto discutió con su pareja y le causó golpes en la cabeza y el tobillo izquierdo, pero fue detenido por la Policía.
Rubén Arellano Macías, vecino de la colonia Municipio Libre, sospecha que su esposa le quemó el automóvil marca Ford Thunderbird, modelo 1996.
Como están enojados, dijo, fue ella de seguro quien colocó un envase de refresco con gasolina en el auto, con lo cual empezó el fuego.
Y Joaquín Córdova Murrieta, de 42 años, con domicilio en la colonia Faustino Félix, agredió a Cruz Carolina Zavala Salazar, de 33 años.
La afectada resultó con golpes en el cuerpo y escoriaciones en la cara, por lo cual se detuvo al tipo.
A abilar a las celdas
A pesar de que se robaban una “conga”, parte de los instrumentos musicales de un grupo, Jesús José Pérez Guillén y su amigo “Carlos” amenazaron con pistolas a tres personas.
En la Policía se informó que durante la noche del domingo los ladrones se apoderaron del instrumento en el interior de un autobús de los artistas.
La unidad estaba estacionada en calle Francisco de Yasuth, entre Castillo San Javier y Loyola, del fraccionamiento del Sol Dos, y en plena borrachera se introdujeron a ella.
Cuando llevaban la “conga” fueron descubiertos y por ello sacaron el arma para amenazar a los músicos y poder escapar, pero sólo lo logró el que traía la pistola.
