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Cual si fuera un hercúleo gladiador romano, Bernabé Álvarez Cuen mostraba su cuerpo desprovisto de prendas de vestir, o sea, totalmente bichi.
"¿Y quién le dijo que estaba tan buenón como para hacer esas tonterías?", gritóle una señora que pasó por la calle Margaritas 139 de la colonia Machi López, donde Berna hacía sus demostraciones.
Pero él no hizo caso. Sólo se dedicaba a mostrar sus vergüenzas, yendo y viniendo por la ajena residencia donde debutó como novato teibolero.
Y así estuvo, hasta que llegaron los señores policías y con guantes de hule en las manos, por si acaso, procedieron a detenerlo. Todo con mucha cautela por parte de los agentes, quienes no querían ni rozar al individuo en ciertas partes.
Cuando lo llevaron a la barandilla, lo pasaron al médico legista quien le dictaminó embrutecimiento debido a una droga.
Bernabé fue recluido en una celda de Seguridad Pública, donde se trepó a uno de los tubos de las rejas y allí continuó su exhibición de streaper.
