Luego de que elementos de Seguridad Pública mediante un efectivo operativo a las 0:45 horas detuvieron a cuatro personas, entre ellas uno presunto responsable del delito de homicidio en agravio de Edmundo Alejandro Ramírez Rubio alias el Zorrillo de 18 años, que vivía en la colonia Russo Vogel, quedaron a disposición del Ministerio Público.
El hoy occiso en un evento social que se celebraba en la calle Cabo San Lázaro 529 de la colonia Luis Echeverría, en una riña recibió una puñalada en el tórax, la cual le perforó el miocardio, según médicos de urgencias del Hospital General.
Probablemente a manos de Jovany Estrada Lizo alias el Ciboli de 18 años, con domicilio en calle 6 de Enero 440 de la colonia Luis Echeverría.
Fueron elementos del Grupo de Atención a Pandillas que al salir del local detuvieron al Ciboli, quien aún traía en una mano un cuchillo con manchas de sangre utilizado para ultimar al Zorrillo, además estaba lesionado con arma blanca.
Motivo por el cual fue trasladado al Hospital General, donde le diagnosticaron una herida producida por arma blanca de 10 cms de longitud, con fractura expuesta de cubito izquierdo, producto de un machetazo.
Entre los detenidos y a disposición del Ministerio Público esta Margarita Lilian Torres de 22 años, quien dijo que bailaba en las oficinas del ejido Otilio Montaño con el hoy finado, cuando el Ciboli, el Javi, el Cuate, el Pequeño, el Tsunami y el niño agredieron a su pareja.
Agregó que se percató cuando se derrumbó al piso y del pecho le salía sangre, optando por sacarlo y en el trayecto al Hospital General, antes de morir, le confesó que el responsable era el de apodo el Ciboli.
Los otros dos presentados y testigos de los hechos al Ministerio Público investigador de delitos son: Ricardo Alan Ruiz Cantú el Pinky de 23 años y José Luis Moroyoqui Valenzuela de 26 años, todos residentes de la colonia Luis Echeverría.
Quedó pendiente ubicar y detener para luego presentarlos al Ministerio Público, al resto de los implicados en el homicidio de quien apodaban el Zorrillo, presuntamente al hacerle un paro a su amigo el Ciboli para que picara.