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Hay sujetos que no tienen abuela, pero Antonio Rodríguez sí la tiene, para fortuna de él y desgracia de ella, como quedó demostrado en la siguiente historia ocurrida en la colonia Antonio Rosales.
Una pobre ancianita fue víctima de la uña larga que posee su nieto, un holgazán de 29 años de edad que sin más ni más le robó el dinero que ella guardaba escondido en una olla de aluminio.
Con lo poquito que le sobraba del diario, la abuelita iba haciendo su guardadito por si se presentaba alguna emergencia, como comprar cacahuates, pero no se daba cuenta que El Mono observaba sus movimientos mientras le cantaba "Di por qué, dime abuelita".
La oportunidad del Mono se presentó este sábado cuando los amigos lo invitaron a consumir unas quelonias y El Mono no pudo declinar la invitación porque, eso sí, es muy cumplido con sus amigos.
Al no tener dinero, lo más fácil para él fue expropiar la olla de la abuelita quien al darse cuenta casi sufre un soponcio del susto, pero al recuperarse de la sorpresa habló al 066 y puso la denuncia correspondiente.
Cuando se presentaron los uniformados ella pidió que encerraran al nieto, no sin antes derramar unas lágrimitas, porque el bondadoso corazón de una abuela es más grande que las maldades de sus nietos.
