Cuando se encontraba en compañía de sus amigos escuchando los raps de Don Omar que reproducía un potente estereo, Daniel y sus amigos Juan y Esteban fueron detenido por agentes de la policía municipal.
Los agentes llegaron al lugar, la colonia Infonavit Yucujímari, en atención de una llamada que hicieron los vecinos desvelados por los ruidos estruendosos que salían del aparato musical.
Al detenerlos Daniel dijo que vivía en la calle Náinari, un dato que es casi sinónimo de inmunidad para los jovencitos bonis que pueden hacer lo que quieran y nadie les dice nada.
Pero el error de Daniel fue seguir hablando:
"Vivo en la Náinari al poniente, colonia Cuauhtémoc".
Y zaz!, le cayeron los agentes. Porque no es lo mismo vivir en esa colonia que en la zona dorada de la Náinari, ¿verdad?
Al verse perdido, Daniel y sus amigos intentaron un nuevo ardid: Dijeron que trabajan en medios de comunicación.
Pero como los policías no tienen nada que ocultar a los medios de comunicación, no se inmiscuyen en actos de corrupción ni de abuso de autoridad, mucho menos protegen a delincuentes, pues no les importó la advertencia y lleváronse al chico Náinari y sus amigos.