HERMOSILLO.- Un menor de dos años irrumpió en un banco de esta capital, pero no con el objeto de asaltarlo, sino porque el vehículo en el que esperaba a su padre lo encendió y fue a estrellarse contra el cristal de la institución financiera.
La tarde del miércoles en la sucursal de Santander de la Plaza de las Franquicias de este ciudad, un vehículo marca Seat derribó una pared de concreto y cristal y se introdujo a una de las áreas del banco.
En el interior del carro se encontraba un niño de dos años de edad, quien aparentemente fue dejado ahí por su padre que bajó de la unidad para hacer sus trámites.
Por descuido el papá dejó las llaves del encendido. El menor las manipuló, pero el automóvil se encontraba con la palanca de cambio en reversa, por lo que salió proyectado hacia atrás.
La unidad se detuvo tras impactar y derribar una de las paredes, sun causar daño a las personas que estaban dentro de la sucursal.
El menor salió ileso. De los daños deberá hacerse responsable el papá del niño.