HERMOSILLO.- En las próximas horas la Procuraduría General de Justicia del Estado estará consignando a tres personas que se encuentran confesas de haber participado en los hechos ocurridos el pasado 05 de noviembre en la población de Bahía de Lobos donde perdieron la vida tres agentes de la Policía Municipal de San Ignacio Río Muerto y a un Policía Auxiliar de dicho municipio, informó Carlos Alberto Navarro Sugich.
El Procurador General de Justicia del Estado dijo que se trata de Gaspar Quiñones Díaz, de 49 años de edad, quien es originario de San Ignacio Río Muerto, elemento activo de la Policía Municipal de dicho municipio y el cual se encontraba presente el día que ocurrieron los hechos.
Así como de los hermanos José Eduardo y Jesús Armando, de apellido Ávila Valle, de 42 y 31 años de edad respectivamente, ambos originarios de Ciudad Obregón y con domicilio en la población de Bahía de Lobos. José Eduardo cuenta con antecedentes penales por los delitos de violación de la Ley Federal de Armas de Fuego y de Uso Exclusivo del Ejército y por lesiones que tardan menos de 15 días en sanar.
Navarro Sugich enfatizó que esta detención se dio gracias al apoyo que le brindó la Segunda Región Militar con cabecera en Mexicali; la Región Naval con sede en Guaymas, las policías Federal y Estatal Preventiva, así como las facilidades que les brindó el Alcalde de San Ignacio Río Muerto para llevar a cabo la investigación.
El Fiscal del Estado reveló que a los detenidos se les consignará, ante un Juez del Ramo Penal, por los delitos de homicidio calificado en número de cuatro con premeditación, alevosía y traición, delito por el que podrían alcanzar de 25 a 50 años de prisión.
Asociación delictuosa, cuya pena podría ser de 3 a 8 años de prisión y en el caso de Gaspar la penalidad podría ser de 4 a 9 años de cárcel por ser miembro de una corporación policiaca; robo con violencia en las personas cometido de noche por dos o más personas utilizando arma de fuego, delito por el que podrían alcanzar una penalidad de 3 a 12 años de prisión.
Además a Quiñones Díaz se le consignará por incumplimiento de un deber legal, por el que podría alcanzar una penalidad de 1 a 8 años de prisión, así como la destitución e inhabilitación por cinco años para desempeñar un empleo, cargo o comisión pública. Todos ellos cometidos en concurso real de delitos.
El Fiscal del Estado recordó que el día de los hechos, alrededor de las 04:00 horas, en la entrada de la población de Bahía de Lobos fueron agredidos con proyectiles de arma de fuego los elementos policíacos que respondían a los nombres de Joel Macías López, de 29 años de edad; José Luis Moroyoqui Castillo, de 34 años de edad; José Miguel Gaxiola Gutiérrez, de 45 años de edad, quien era el encargado de turno. Además, dejó de existir en estos lamentables hechos César Ramón Durán Bernal, de 25 años de edad, quien era policía auxiliar.
Navarro Sugich dijo que luego de llevar a cabo un trabajo de inteligencia e investigación, los agentes de la Policía Estatal Investigadora, con el apoyo de la Sedena, Semar, Policía Federal, y Policía Estatal Preventiva, coordinados por el Agente del Ministerio Público del Fuero Común, lograron la detención de los hermanos Ávila Valle. Al momento de la detención Jesús Armando se encontraba en posesión de un arma de fuego tipo revólver calibre .22, misma que fue utilizada para privar de la vida a una de las víctimas.
Así mismo Jesús Armando presenta una herida producida con proyectil de arma de fuego, misma que tarda más de 15 días en sanar y no pone en peligro la vida, por lo que actualmente se encuentra internado en un hospital recibiendo atención médica.
Derivado de las indagatorias se logró establecer que los hermanos Ávila Valle son sobrinos de Gaspar Quiñones Díaz, quien el día de los hechos se encontraba realizando recorridos de prevención y vigilancia en la población de Bahía de Lobos, teniendo como compañero de patrulla al hoy occiso Joel Macías.
En su declaración ministerial Quiñones Díaz manifestó que al encontrarse patrullando fueron abordados por los delincuentes quienes les dijeron que querían hablar con su jefe, por lo que llamaron a la superioridad, siendo ese el motivo por el que llegaron al lugar las otras tres víctimas. Los detenidos señalaron que querían hablar con los policías para llegar a un arreglo por el control del narcomenudeo en la plaza y que fue ahí donde los privaron de la vida.
Al continuar con las investigaciones, los agentes aseguraron dos vehículos que los delincuentes utilizaron en estos hechos, siendo éstos una motocicleta de la marca Italika, línea FT125, modelo 2010, de color negro con rojo, la cual cuenta con reporte de robo en Ciudad Obregón, de fecha 20 de octubre del año en curso.
Además de una camioneta tipo vagoneta, de la marca Ford, línea Explorer, misma que fue encontrada totalmente calcinada en un camino de terracería que conduce de San Ignacio Río Muerto a la población de Vícam.
El Procurador General de Justicia del Estado dijo que lamentaba profundamente la traición del elemento de la policía municipal para con sus compañeros y los sonorenses y aseveró que se investigarán con todo, caiga quien caiga, los delitos que se cometan en el estado de Sonora.