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Por fin se dio el relevo en el PRI Cajeme, a donde llega Andrés Rico Pérez, personaje que saltó a la fama pública más por protagonizar accidentes viales al conducir en estado de ebriedad en abril del 2013, que por su desempeño gris como regidor en 2012-2015.
El nuevo pastor del priismo intentó ser candidato a una diputación local, para lo cual puso en marcha el programa Regidor en tu Colonia –y ya anunció que hará un refrito- pero que al final no le alcanzó para sus propósitos y tuvo que esperar mejores tiempos.
Durante su toma de protesta dejó en evidencia que lo suyo, lo suyo es mandar saludos a cuanto personaje le recuerde su memoria al momento de tomar el micrófono, inclusive más que la Alondra de Sinaloa, Chayito Valdez.
No comentaré su mensaje porque además de irrelevante, su intervención estuvo plagada más de chabacanería que la retórica propia de un líder partidista. Se trata de un hombre Rico de apellido, pero huérfano de discurso.
A uno metros del presidium se ubicó el regidor rogerista, Rolando Cruz, quien durante todo el evento no pudo disimular su molestia y rumiaba su frustración por haber sido ”parado en la tercera” en sus intenciones por registrarse.
Lo más interesante ocurrió al momento de presentar a los personajes de la clase política priista y sorprendió que el cuestionado ex alcalde Rogelio Díaz Brown superara al primer priista del municipio, Faustino Félix Chávez, al momento de las palmas.
Es más, el alcalde de Cajeme se tuvo que conformar con la medalla de bronce, ya que además fue superado en el aplausómetro por su secretario del Ayuntamiento, Armando Alcalá Alcaraz, especialista en eso de jalar reflectores para su pista.
Al respecto habría que recordar que la salida de Alcalá del Oomapasc se dio por las suspicacias que provocó el funcionario al proyectarse más mediáticamente que el mismo alcalde Díaz Brown, quien desde Tucson le pidió la bola vía doctor Alvídrez.
Pero sin duda la preocupación más notoria para Félix Chávez es la afrenta ocurrida en el Centro Magno y protagonizada por su rival político al Senado, quien más bien parecía candidato en campaña, tanto que hizo su propio recorrido entre el priismo cajemense.
El futuro político del secretario de Desarrollo Social, el Quechi para sus cuates, está en manos de Félix Chávez, quien hasta ahora mantiene su postura de no cuestionar lo heredado por su antecesor y eso que a cada rato convoca a eventos de limpieza.
Y eso de hacer mutis parece que no le ha generado buenos dividendos al Alcalde Cajeme porque si nos atenemos a lo autorizado para Cajeme para 2016, resulta que se destinó 20% menos presupuesto respecto al año anterior aunque afirman que habrá compensación.
Como dice en el argot priista: “Amistad que no se refleja en el presupuesto es demagogia”. ¿Pues no que unidos hacemos más? Posiblemente el diputado federal Abel Murrieta tenga la respuesta.
