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Ha transcurrido una semana desde que tres policías hermanos fueron secuestrados en Pueblo Yaqui y sus familiares aún no han tenido información sobre la pesquisa que realiza la Fiscalía General de Justicia del Estado.
Este viernes los familiares llegaron a Palacio Municipal para solicitar una plática con el alcalde Javier Lamarque, pero él no estaba allí en ese momento. Fueron atendidos por la secretaria del Ayuntamiento, Lucy Navarro, y otro funcionario.
La angustia crece, una de las mujeres dice entre sollozos que ya no puede vivir "empastillada" para soportar el dolor que las agobia por la desaparición; el papá, los hijos están sumidos en la tristeza y desesperación.
"No entiendo por qué dicen ahora que los muchachos estaban ligados con el crimen, si sabían eso por qué no los detuvieron antes, por qué lo dicen ahora y no actuaron", reclama una de las mujeres.
Refieren que uno de los hermanos sirvieron de guardias de seguridad personal del hoy gobernador Alfonso Durazo y del exalcalde Sergio Pablo Mariscal cuando eran candidatos. Pese a ello no sienten el apoyo de las autoridades estatales.
"Pónganse en el lugar de nosotros", dice una de las familiares que pide la solidaridad de la población para encontrar a los tres policías.
Marco Antonio (48), Armando (44) y José de Jesús (42) López Félix estaban la noche del viernes 30 de junio en casa de sus padres, tomando café, conviviendo como lo hacía todos los fines de semana, cuando llegaron hombres armados y los "levantaron".
Una semana después las autoridades no tienen ninguna respuesta pero flitran una información que criminaliza a las víctimas.
En Palacio Municipal ahora contactaron con titular de Seguridad Pública, capitán Claudio Cruz, y con el delegado de la FGJE.
Los familiares de los tres policías seguirán sumidos en el dolor. Para el resto de la población este caso sólo es uno más de los cientos que ocurren en Cajeme cada año.
