¡Ahí viene la plaga!

Con la modernidad de los años sesenta llegó el rock and roll a Ciudad Obregón. A través de la radio y el cine fue penetrando la cultura juvenil que modificó formas de pensar, de vestir y actuar.

Uno a uno fueron apareciendo los grupos musicales inspirados no en Elvis Presley o en Paul Anka sino en César Costa, Enrique Guzmán y los Teen Tops.

Tal vez el primer grupo de música juvenil en Cajeme fue el de los Hermits. Surgió en 1962 y se mantuvo alrededor de dos años tocando en los centros sociales más concurridos de la época.

En el Social Hidalgo alternaron con Manolo Muñoz y fueron recibidos como grandes ídolos en el Club de Gatos de Huatabampo, pero muchos lo recuerdan en el escenario de la cenaduría “Las Flautas”.

Ubicada en la calle Hidalgo, casi esquina con Tamaulipas, esta cenaduría fue propiedad de Antonio Solórzano, músico aficionado (dicen que tocaba el serrucho) y quien construyó en ese lugar un escenario por donde pasaron grupos y solistas de moda a principios de los sesenta.

Allí tocaron los “Hermits” en tardes que la nostalgia cubre de romanticismo mezclado con una buena orden de tacos dorados, un Orange Crush bien frío y en el fondo la música de rock y baladas en vivo.

Los integrantes de los “Hermits” que aparecen en la foto de hoy son, de izquierda a derecha:

Jesús Luna Eninas (guitarra); Humberto González (ya fallecido) era el baterista, cantaba los temas roqueros y alguna vez alternó con Manolo Muñoz; en el piano, Hermilo Hermosillo; Rubén Valenzuela, vocalista, su especialidad eran las baladas; y Carlos Rodríguez en el bajo, quien aún nos recrea de vez en cuando con su romántica guitarra.