Prosperidad sobre ruedas
Sergio Anaya
Lunes 29 de Octubre de 2007
A principios de los años treinta (1930 - ) Ciudad Obregón tenía 9 mil habitantes y el Municipio de Cajeme alrededor de 17 mil.
El crecimiento de la población y el de la economía local alentaba negocios comerciales que sólo podían afianzarse en una sociedad más o menos próspera.
Fue la época que hacía creíbles frases como la del corrido que dice “Cajeme tan rico donde hasta el más chico tiene su tostón”.
Y si no lo cree, vea usted al gringo Huffaker quien una vez traspasada su agencia de automóviles Ford a Alfonso Robinson Bours abre una nueva distribuidora, ahora de la marca Chrysler.
Aquí aparecen los lujosos automóviles Plymouth que los ricos agricultores, profesionistas, comerciantes y políticos de la época habrían de lucir por las polvosas calles de la ciudad, porque ya desde entonces tener un buen automóvil era símbolo de estatus.
PIE DE FOTO
Agencia Chrysler de Jim Huffaker, abierta después de vender la agencia Ford a Alfonso R. Bours.