Durante las primeras décadas del siglo XX el arroz era el principal cultivo en el Valle del Yaqui, fuente de la riqueza que atrajo a inversionistas nacionales y extranjeros, generador del empleo que buscaba la gente de pueblo recién avecindada en la antigua Cajeme.
En 1923, el 60 por ciento de la superficie de riego en el Valle era cultivada con arroz. En la temporada de lluvias, de julio a septiembre, se aprovechaban las avenidas de las aguas broncas del río que arrastraban el limo y con él abonaban la tierra antes del riego.
La alta producción arrocera del Valle propició la aparición de las primeras empresas y el crecimiento económico de la Estación Cajeme.
En la foto de hoy (¿1924 – 1925?) aparece una fila de camiones de carga Fordson esperando su turno para descargar en un molino arrocero ubicado al sur de la calle Sufragio Efectivo.
Algunas de las negociaciones más representativas fueron la Saal & Hoffman, representante de la Rosenberg Bros., con sede en San Fancisco, California, que se anunciaban como “operadores del molino arrocero mayor de México” y elaboradores de las afamadas marcas “Estrella” y “Paraíso”.
En 1932 el periodista Celso Tirado enumeró las cualidades del arroz producido en el Valle del Yaqui:
“1. Que experimentan su cocción como ningún otro en toda la República Mexicana, por la selección especial de semillas”.
“2. Que las modernas instalaciones conseguidas en todos los molinos locales para los arroces del Valle del Yaqui, ofrecen las mejores garantías higiénicas.
“3. Que las calidades cosechadas en el Valle del Yaqui, son las de constante y muy apreciada demanda en Estados Unidos , Cuba y Europa.
“5. Que son los únicos arroces de este país, los cuales se exportan anualmente en partidas considerables a Estados Unidos, Cuba, Canadá y otras naciones de Europa”.
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1924. Conductores de camiones de carga Fordson esperan su turno para descargar en un molino arrocero al sur de la calle Sufragio.