Para los que se escandalizan por el nivel de pornografía que ha alcanzado el cine contemporáneo, presentamos ahora el anuncio de una función que se proyectó en la pantalla del majestuoso Teatro Royal y Cinema Lírico (Chihuahua y No Reelección, hoy Super Extra).
La fecha, 31 de marzo de 1934, nos remite a una moral todavía porfiriana con mujeres que vestían la blusa corrida hasta la oreja y la falda bajada hasta el huesito. Ante esa realidad, nada más cochino y perverso que un título como “Esta noche serás mía”.
Estelarizada por la alemana Magda Schneider, la película seguramente no tenía escenas más provocadoras que un beso rotundo a media luz y con los ojos cerrados.
Pero su título era suficiente para despertar lujuriosos pensamientos que sólo podían lavarse en la confesión del primer viernes del mes.