El garbanzo fue durante las primeras décadas del siglo XX un poderoso motor del crecimiento económico de Navojoa y sur alrededores.
Alrededor de este cultivo se generaron empresas exportadoras, fortunas para unos cuantos y empleos para mucha gente. De rebote, creció el comercio local con grandes tiendas que marcaron el ritmo económico del próspero Valle del Mayo donde el general Álvaro Obregón cosechó más frijol y garbanzo que en el pueblito manso de Cajeme.
“A la sombra de los grandes negocios hechos con el garbanzo, surgieron no pocas empresas prósperas y se formaron capitales de consideración y sobre todo, la importancia de Navojoa, la escasés (sic) de alojamiento y su brillante porvenir, determinó una fiebre de construcciones que en poco tiempo hizo desaparecer de las calles céntricas, las casuchas de ‘vara tramada’. Se levantaron edificios para oficinas y comercios y un gran número de casas de habitación” (Álbum del Mayo y del Yaqui. Directorio Comercial 1933).
En las calles navojoenses a principios de la década de los treinta reinaban ya negocios comerciales como Byerly Hermanos, La Francesa de Agustín Bouvet, La Popular y La Quemada, tiendas de M. Soto y Olea, La Flor del Mayo de Jesús Daued, La Nueva York de Jaime Vogel y El Progreso de Juan Sierota.
Agustín Von Borstel ya era un poderoso comerciante de semillas, actividad en la que competían Francisco Santini, Luis Robinson Bours y Alfredo Valenzuela, entre otros.
En esta sección presentamos ahora el anuncio de uno de los negocios comerciales más importantes de Navojoa en los treinta, La Popular.
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La Popular fue uno de los negocios comerciales más importantes de Navojoa en las primeras décadas del siglo XX.