Al iniciar la década de los 1960s, la mayoría de los edificios en Ciudad Obregón tenían un estilo de construcción sencillo, práctico, sin aspiraciones de diseño arquitectónico.
Salvo dos o tres residencias, la mayoría de las grandes construcciones eran almacenes, tendajones y hoteles hechos rústicamente. Tal vez podría escapar a esta generalidad el Hotel Colonial.
A partir de los años sesenta la aparición del Motel Costa de Oro en la esquina de Miguel Alemán e Hidalgo trajo un nuevo aire, el de la imitación a lo californiano y estadounidense en general.
Imitación que dio a la ciudad un aire urbano más moderno, acorde con el florecimiento de la economía regional y las aspiraciones de las clases media y alta por vivir en un ambiente seudonorteamericano.