Allí está el pagador, allí están los ejidatarios del Valle del Yaqui, y junto a ellos los fajos de billetes apilados, uno encima del otro, muchos para repartir.
Eran aquellos años en la década de los cincuenta, cuando la presa recién construida aumentó el área de riego en el Valle del Yaqui y la población ejidal vivía una época de prosperidad que duraría hasta los años setenta.
Había una clase media rural integrada por ejidatarios que mandaban a sus hijos a la escuela, tenían su camioneta y sus tierras.
Todo eso parece no sólo lejano, sino difícil de creer. Hoy la clase ejidal prácticamente ha desaparecido, los hicieron "socios" de los grandes productores, los ahorcaron la falta de créditos, los traicionaron los líderes agrarios, la mayoría del PRI.
Hoy todo es un recuerdo, nada más.