Al crecer la demanda de automóviles y camiones, James Huffaker decidió ampliar su agencia y construyó en 1927 un nuevo edificio para la Cajeme Motors, ahora en la calle No Reelección esquina con Sinaloa.
Hacia la No Reelección se dio el crecimiento natural de la ciudad después de la primera etapa, en la Sufragio Efectivo, y además de la agencia de Huffaker se fueron instalando alrededor nuevas negociaciones.
De la caseta de madera que fue en su primer domicilio, Cajeme Motors se transformó en una sólida construcción de ladrillo y concreto. En el techo se dibujó con grandes letras el nombre de la empresa para que desde los aviones que pasaran por allí se pudiera saber de qué pueblo se trataba.