Al iniciar el año 1944 dos acontecimientos importantes ocurrieron en el viejo Cajeme. En la madrugada del Año Nuevo un incendió consumió el Molino La Luz, ubicado en la esquina de Sufragio y No Reelección.
El Molino había sido una de las principales empresas de Cajeme durante veinte años hasta que el fuego redujo todo a cenizas.
En la misma madrugada de Año Nuevo un avión de la fuerza aérea norteamericana procedente de Fort Huachuca cayó en los campos del Valle del Yaqui. Se comentó después que los pilotos se habían perdido y después de tanto dar vueltas en el aire agotaron el combustible por lo que debieron aterrizar en un terreno contiguo a la ciudad.
Se afirmaba también que los pilotos llegaron a este punto atraídos por las llamas del incendio que acabó con el Molino La Luz.
No faltó, por supuesto, la versión de un posible enfrentamiento entre la tripulación y espías alemanes o japoneses que desde aquí derribaron la aeronave.
Nadie se atrevía a descartar esa versión porque en esos años Cajeme, como el resto de la humanidad, vivía inmerso en los mitos y realidades de la Segunda Guerra Mundial.
