• Banner
  • Banner
Viernes 11 de Abr de 2025
El tiempo - Tutiempo.net

El aguacero

Armando Terán Ross
Lunes 28 de Octubre de 2019
 

(1957)                           

 Como queriendo llover  ha estado todo el santo día… Al menos así se ha quitado un poco el calorón... Y recuerdo muy bien que en  tardes como ésta la tía Esther hacía unos hotcakes amarillos espolvoreados con  azúcar sobre las  burbujas reventadas por el sartén untado de aceite.

Ya se han dejado venir las primeras gotas y me viene el recuerdo cuando  salíamos al callejón  toda  la bolita del barrio bajo el aguacero, pantalones  viejos recortados arriba de las rodillas, chorros de agua que nos caían en la mollera desde los tubos desagüe de los techos de las casas  que nos ensopaban por completo, congelando nuestra infancia  con un frío que a fuerza de correr entre los charcos se iba  poco a poco deshaciendo, pero de cualquier modo el frío del chubasco  nos erizaba la piel y aflojaba la tierra de los tobillos, porque en julio, durante las vacaciones largas de la escuela, andábamos  descalzos, así corríamos mejor pues no había tiempo que perder ya que la lluvia no duraba mucho aunque los  gruesos chorros  que caían desde los tubos en lo alto  de las  casas duraban más pero poco a poco se iban haciendo tan delgados como una hebra cristalina hasta que sólo quedaban  goteando como la llave del lavadero de la casa.

Entonces entrábamos en esta  muertos de frío tiritando, con la yema de los dedos corrugada, y luego a secarnos con las toallas que mi madre guardaba en el ropero,  porque la casa era nada más la sala, que en este tiempo se ponía como un horno, y la recámara: un amplio cuarto donde era costumbre, en las noches del tiempo de frío, dormir muy bien acomodados, nosotros, los cinco chamacos de mi madre,  es decir mis cuatro hermanos y yo, y de  este ambiente seguía la cocina techada de lámina que se  calentaba como el horno de la panadería La Sin Rival  a eso de  las doce del mediodía, tiempo de canícula en qué bañados de sudor y sin camisa el Puebla y el Conejo metían el pan torcido al horno en  larguísimas lengüetas de madera después de haber amasado un cerro de masa brillante de manteca.

 

Política de Privacidad    Copyright © 2006-2025 InfoCajeme.com. Todos los Derechos Reservados.