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En 1932 el inmigrante croata Vicente Kuraica fundó en la planta baja del Hotel Tecate una cantina a la que bautizó como “Minerva”, en honor de un tío suyo que allá en la antigua Yugoslavia tenía un negocio con el mismo nombre.
Desde su apertura el “Minerva” se convirtió en uno de los más populares de la ciudad y pronto fue el punto de reunión de agricultores y empleados públicos.
En 1952 Kuraica lo vendió a su cantinero Tomás Ramírez quien desde ese año y hasta el 2001 lo llevó con buena mano haciendo de éste un bar de amigos.
En los casi 50 años que don Tomás y su barman pasaron detrás de la barra, mucho vieron y escucharon de la vida cajemense, confidencias y mitotes populares además de sentimientos, alegrías y frustraciones personales.
A lo largo de los años, dice él, un cantinero se convierte en sicólogo y aprende a conocer a sus clientes hasta por el tipo de calcetines que usan; uno adivina desde que entra un cliente cómo es su personalidad y si hay que tratarlo bien para que se quede o con indiferencia para que se vaya luego.
En las mesas del “Minerva” se cerraron negocios entre los grandes agricultores de otra época, se prometieron préstamos a la palabra y juramentos de amistad eterna mientras se lloraba por alguna de las “ingratas” que caminaban por estas calles de Cajeme.
Un día de noviembre de 1951 sus parroquianos comentaron hasta la madrugada el asesinato del “Machi” López; años después, otros se hicieron de palabras en las discusiones eternas que sostenían seguidores y detractores del “Buqui” Contreras.
De aquí salían inspirados los “mascaritas” que alegraban el carnaval de otras épocas y en los ochenta el trío “Timbiriche”, integrado por tres señores de avanzada edad, amenizó el ambiente nostálgico de la cantina.
Hace cuatro años Tomás Ramírez decidió retirarse del negocio, rentó el bar y aunque éste lleva el mismo nombre, no conserva nada del abolengo que tuvo el anterior “Minerva”. En el actual, las mesas, la música y hasta los borrachos son tan ordinarios como los de cualquier cantina del mundo.
Que no descanse en paz el antiguo “Minerva”.
Pie de foto
En las tertulias del “Minerva” participaban los personajes célebres de cada época, como los periodistas Jesús Corral Ruiz y Bartolomé Delgado de León (parados en la foto).
