Aunque ahora nos parezca difícil creerlo, hasta mediadios del siglo XX las mujeres mexicanas no tenían derecho al voto. Sólo los hombres podían elegir a los presidentes, diputados, gobernadores, alcaldes y a cuanto político ofrecía sacrificarse por el pueblo.
Pero un día, a principios de la década de los 1950s, movimientos sociales impulsados por mujeres hicieron valer su derecho al voto, que ejercieron por primera vez en 1955..
Hoy no sólo votan, también lo hacen en mayor proporción que los hombres, y para quienes aspiran ahora a sacrificarse por el pueblo y la patria, contar con el voto de las mujeres es crucial para cumplir sus aspiraciones.
No sólo eso, la lucha por la equidad de género ha conquistado la mitad de las candidaturas y cargos públicos para las mujeres. Aunque esto a veces no se cumpla, como ocurre en el Ayuntamiento de Cajeme.
En Cd.Obregón una de las más activas luchadoras a favor del voto de la mujer fue doña Beatriz Fonllem de Tapia, quien participó en marchas como la que aparece en la portada, donde un contingente de mujeres cetemistas desfilan por la calle No Reelección desde el Plano Oriente hacia el centro de la ciudad. Pasan por la vía del ferrocarril y caminan sobre la calle sin pavimentar, justo donde ahora están el paso a desnivel y su inservibile cárcamo.}