La concha acústica es una referencia común entre los cajemenses que recuerdan su ciudad de antaño.
Destruida hace casi 50 años, aún permanece en la memoria de quienes pasearon por allí acompañados de la novia, en grupos de amigos o como asistentes a un evento político en honor de algún candidato a cualquier puesto.
Su amplia explanada era la delicia de los chamacos en patines y en una de las bancas que la rodeaban alguien durmió el dulce sueño de los justos, mientras un alcalde inflamaba su ronco pecho con sonoro discurso cívico.
Muchos usos tuvo la concha acústica, pero la verdad es que apenas si funcionó como el recinto cultural que habían soñado sus fundadores.
El pospuesto Circuito Universitario anunciado en la presenta administración municipal podría iniciar ahora ocon la construcción de una concha acústica que mucha falta le hace a la ciudad. Sería una obra pública que aportaría belleza arquitectónica en el espacio planeado para el Circuito y su impacto cultural sería trascendente.
Siempre es buen momento para recordar la concha acústica y sus alrededores, incluyendo el edificio del Cine Cajeme, el del Imss y la estatua del Miguel Hidalgo y Costilla, que ahora se encuentra detrás de la Central Camionera.