Publicado el 11 de Febrero de 2017
No, no fueron los de la Laguna los primeros puestos de cocos en Cd. Obregón.
Mucho tiempo atrás, en 1963, don Rubén Álvarez Reyes puso el suyo en la esquina de las calles Tehuantepec y 200.
Oriundo de Santiago I., Nayarit, don Rubén conocía bien el manejo y comercialización de este rico fruto tropical que empezó a comprar al mayoreo en su tierra natal para traerlo a Cd. Obregón.
En la cabaña que instaló para su negocio, trabajaban él y la mayoría de sus once hijos. Y hasta allí llegaban vecinos de todas partes a disfrutar la fresca agua y la rica pulpa de los cocos, sobre todo cuando el fruto está tierno.
Ha pasado el tiempo, los coqueros ahora son muchos y la mayoría están instalados en la Laguna del Náinari.
De la familia de don Rubén, sólo su hijo Calendario continuó hasta hace poco en el negaocio, instalado ahora en el bulevar Ramírez y calle Chihuahua, de la colonia Campestre, donde estuvo hasta poco antes de su fallecimiento ocurrido el pasado mes de enero. El negocio sigue, sigue la tradición ahora con los descendientes de Candelario.